Si el pH del agua es demasiado elevado, podrá sufrir irritación en la piel y los ojos, y el efecto del cloro disminuirá, se formarán incrustaciones calcáreas y las aguas se enturbiarán. Por el contrario, si el valor del pH es demasiado bajo aumentará el riesgo de corrosión, habrá un deterioro del vaso, y también se producirá irritación de ojos y piel.
Desinfección del agua
El agua de nuestra piscina puede convertirse en el medio de vida ideal para una gran variedad de microorganismos. Lo importante es mantener el residual de cloro libre entre 0.5-1.0 ppm en el agua para que esté desinfectada y tenga poder desinfectante. De esta manera, evitaremos que el agua se enturbie y que aparezcan algas.
Para mantener un proceso continuado de desinfección durante toda la época de baño debemos adicionar cloro diariamente. En caso de encontrarnos con algún problema de turbiedad o algas, es recomendable realizar un tratamiento de choque con dicloro granulado y añadir floculante líquido, con el fin de recuperar el buen estado del agua.
Tras aplicar los productos, es importante realizar un filtrado durante pocas horas, posiblemente cepillar las paredes y el suelo de la piscina, y esperar 12-24 horas a que todas las impurezas precipiten, y mediante el limpiafondos llevar todo el precipitado directamente al desagüe sin que pase por el filtro. También es importante recordar que la adición de productos químicos debe realizarse siempre en ausencia de bañistas.
Prevención de algas
Si no queremos que las algas campen a sus anchas en nuestra piscina, es recomendable aplicar un algicida de forma regular. Las algas son un elemento de cultivo ideal para hongos y bacterias. Además, la radiación solar y el calor propios del verano favorecen su aparición.
La adición del algicida debe estar acompañada con la presencia de desinfectante (cloro), en el agua para conseguir un efecto sinérgico de ambos productos y aumentar la eficacia del algicida.
Agua cristalina
En una piscina pueden aparecer turbiedades. Las causas son por problemas de pH altos, filtración pobre, retrolavados de filtros inefectivos y formación de algas, se manifiesta en muchos casos por la presencia de partículas diminutas suspendidas en el agua. La adición de un floculante hace las partículas más grandes, de manera que el filtro las pueda retener, y así clarifica el agua
Cuidado del filtro
Un buen cuidado del filtro de la piscina permitirá que el tratamiento químico que apliquemos sea más eficaz. Con un filtro sucio, la calidad del agua empeora y aumenta el consumo de productos químicos. Además, se multiplican los gérmenes que luego se extienden por el agua.
Para mantener el filtro limpio tenemos que realizar retrolavados y limpiar y desinfectar la arena una vez al año antes del inicio de la temporada de baño.
Una vez limpia la piscina, llenar 10 cm, agregar 10lt de cloro y filtrar 30min.